20.2.20

Por amaño de tu dorada Afrodita




[Te voy a buscar a la estación de tren. En invierno aquí casi no hay taxis, y no me cuesta nada. No sé si preguntarte por qué me has llamado,  para qué me has avisado de que venías. Hace tanto tiempo que no hablamos. Ya no recuerdo casi por qué. Hace años te habrías quedado en mi casa y ahora te estoy llevando a un hotel. ¿Ves que todo sigue igual? El tiempo se ha parado igual que en las rocas del espigón. Tú tienes mejor aspecto, la verdad, aunque ya no caminas igual, has perdido aquella seguridad tan brutal. Me acuerdo muchas veces de ti, sobre todo cuando veo al camarero aquel tan guapo, aquel que nos sirvió el primer mal trago de nuestras vidas. Aquel incendio, aquel amago de adultez y aquellas canciones que aún nos ayudan a vivir. Cada vez que le veo me acuerdo de aquel verano. Él tiene dos hijos y nosotras apenas hablamos. Solías decir que yo era demasiado sentimental, que iba a sufrir de más cada vez que alguien se fuera de mi lado. Entonces no lo entendía, pero ahora sí, ahora sí.] 

*Amiga. Tulsa, 2017.

Lecciones de equilibrismo solar


*Aforismos. Juan Ramón Jiménez. [La Veleta, 2007].
*The Dog. Jack Living, 2014.

18.2.20

El saciado predica moderación

[Vilken motbjundande köpenskap på torget,
långt borta, därtillupp och ner!
Vad har dessa österlänningar att sälja?
Vattenmeloner? Förgyllda huvudskålar?
På altanen en man och en kvinna,
tätt sammanslingrade. Hur skiljer man
 mellan envig och kärleg?
Andra skuggor vandra förbi, 
fäktar med armarna,
klipper med käkarna,
nickar, bockar och vörsvinner.
En fluga svirrar mot rutan. 
En liten flicka, klädd i dimma,
stiger på och frågar efter sin far. 
Hon finner en tom handske. 
Hon finner en halvskriven bön:  
»........... lilla barn,
med dina tunga händer
driv mig som en påle ner i jorden«.]


[¡Qué repugnante mercadeo en la plaza, 
a lo lejos, además, vuelto del revés!
Estos orientales, ¿qué tienen que vender?
¿Sandías? ¿Cráneos dorados?
En la terraza un hombre y una mujer
enlazados como seprientes. ¿Cómo se distingue
entre desafío y amor?
Otras sombras pasan de largo por allí,
agitan los brazos, 
aprietan las mandíbulas,
saludan con la cabeza, hacen reverencias y desaparecen. 
Una mosca zumba contra el cristal de una ventana.
Una chiquilla, vestida de niebla, 
entra y pregunta por su padre. 
Ella encuentra un guante vacío. 
Encuentra una plegaria a medio escribir:
«...........hija querida
con tus pesadas manos
clávame como una estaca en la tierra».]


*La sombra. Javier Olivera, 2015.
*Skuggorna. Werner Aspenström, 1956 [trad. Fracisco J. Uriz]

7.2.20

El vals del dedo índice



[A Carmen Conde.

Hace mucho tiempo: ayer.
 -¡Qué palabra, ayer, más lejana!-
Ayer había pájaros por todos los rincones del cielo,
era primavera en las calles,
y también era primavera aquí, en mi piel,
debajo del vestido, debajo de los encajes
de mi enagua.
Sí, yo sentía la primavera
como se siente el primer dolor del parto,
el primer beso en la boca,
la primera deserción de un amigo.
Pero luego todo eso pasó.
Me acostumbré a ser dañada y poseída,
a renunciar y a equivocarme.
Me acostumbré a ser una mujer indiferente
y discreta,
que apenas permite que le suban a los labios
los tumultos del corazón.
Digo: «Buenos días», sonrío al vecino,
tengo amigos plácidos que no me comprenden,
y envejezco un poco
todas las mañanas…
Me miro al espejo,
me encojo de hombros.
¿Soy yo? ¡Qué me importa! Va la primavera
lejana
por valles,
por montes azules…
Va la primavera -¡quién lo sabe!- lejos.
Yo ya no la siento.
Yo estoy como muerta.]

*Amanda Junquera, Carmen Conde y Clemencia Miró, ante el magnolio del Jardín de los Frailes. El Escorial. Junio 1941.
*Hace mucho tiempo. Susana March, 1953.

5.2.20

Es lo que quemaron


[These are outsiders, always. These stars—
these iron inklings of an Irish January,
whose light happened

thousands of years before
our pain did; they are, they have always been
outside history.

They keep their distance. Under them remains
a place where you found
you were human, and

a landscape in which you know you are mortal.
And a time to choose between them.
I have chosen:

out of myth in history I move to be
part of that ordeal
who darkness is

only now reaching me from those fields,
those rivers, those roads clotted as
firmaments with the dead.

How slowly they die
as we kneel beside them, whisper in their ear.
And we are too late. We are always too late.]


[Marginados, los hay siempre. Las estrellas,
estos guiños metálicos de un enero irlandés,
cuya luz sucedió

miles de años antes
de que nuestro dolor lo hiciera: están, siempre han estado
al margen de la historia.

Mantienen la distancia. Bajo ellas perdura
un lugar donde tú descubriste
que eras humano, y

un paisaje donde conociste que eres mortal.
Y un tiempo a escoger entre ellas.
Escogí:

fuera del mito hacia la historia voy para ser
parte de esa ordalía
cuya negrura me alcanza

ahora desde aquellos campos,
aquellos ríos y sendas coaguladas
por la muerte como los firmamentos.

Con cuánta lentitud se van muriendo
mientras nos prosternamos, susurrando en sus oídos.
Y somos ya tan tarde. Somos siempre demasiado tarde.]

*Música viva. Josef Müller-Brockmann, 1951.
*Outside History. Eavan Boland, 1990 [trad. Abraham Gragera, también aquí].