18.3.21

Se está solo en el agua

[Yo quería escribir un poema, un estudio del canguro hembra que termina de procrear   

    su cangurito
en una bolsa membranosa que lleva a guisa de delantal.
Ampliando un poco la imagen
debía identificar esa bolsa materna con mi dormitorio.
Y dentro de la bolsa de dormitorio estaría mi hija recién nacida
y un tanto edípicamente yo mismo. Mi mujer,
la cangura, debía administrar esa bolsa de cemento como parte de
    su cuerpo,
estableciendo su maternalismo sobre ambos, incluso sobre las cosas. 

Cuando llegó mi hija yo sospeché esta conversión, y tuve miedo.
Mi hija pudo tener alas y largarse por la ventana
pero decidió ser como papá y mamá que no saben volar.
Por eso fue menester que la habitación se convirtiera en marsupia
donde ella terminaría de criarse arrojándome sus olores
de talco y caca, y convirtiendo los bellos pechos eróticos de mi
    cangura
en pechos nutricios.
También debía hablar de mis actitudes de mono alrededor de su cuna diciéndole “cara de poto”, pero babeante, pero progenitor,
pero a sus órdenes.
Yo debí escribir ese poema. Espero hacerlo algún día.]

*Double Size Head and Hand, Bruce Nauman, 1989.
*Planteo del poema, José Watanabe, 1989.  

  

6.3.21

Crearé una nueva vocal

[Está mal pero lo hago: un ejercicio permanente de inducción. Cualquier alemán es los alemanes. Cualquier buzo es los buzos. Cualquier salchicha es las salchichas. Cualquier inmigrante es los inmigrantes. Cualquier esquina es Berlín. Cualquier tarde es la primavera. Cualquier poeta es la poesía. ¿Cómo abandonar este vicio? Es el vicio del turista intenso. De todo querer hacer una definición.]

*Asja Lacis, 1915. 
*Diario pinchado. Mercedes Halfon, 2020.