

[Saqué de mis ropas un papelito que se había ennegrecido en los bordes. Lo alisé sobre la pierna y escribí: “Marta, no he naufragado”.
La última palabra, quizá, quedó escrita con rasgos confusos. La sangre del avestruz se había coagulado y ya no me servía.
Puse el papel en el frasco. Lo tapé y lo arrojé al río.
Después de la zambullida se alejó, boyando.
Algo exterior, humano, una presencia influía en el ambiente a través de mí. Llevé la mirada a la barranca.
Un soldado me observaba, impávido, como si fuera un testigo antiguo incapaz de sorprenderse.
Pensé que aquel mensaje no estaba destinado a Marta ni a persona alguna exterior. Lo había escrito para mí.]
*Zama, Antonio Di Benedetto, 1956.
*Zama, Lucrecia Martel, 2017.
No hay comentarios:
Publicar un comentario