[Adolescentes sensuales, llevan a la mujer enjuta en ellos —pegada a su carne— como nunca la obtendrán los «donjuanes»; los senos de ella enterrados en su pecho varonil, sumergidos en él como la fruta en su almíbar, su vientre redondeado de mujer igualmente en sus vientres cuadrados de hombres, su cabeza de cabellos largos inclinada en su hombro y muerta de voluptuosidad. Así sus vaguedades son goces que les da esa mujer, en el punto y sazón precisos de ganarla definitivamente para sí mismos con una gran soberbia y una gran presunción, pues de dejar pasar este momento milagroso la perderían para estar buscándola ya toda la vida y sólo dar alguna vez momentáneamente con su espectro después de luchas enconadas y arrastradas. Sólo ellos están convencidos de su magnífica soledad de adolescentes y de que ese es el tiempo de hacer fiel para toda la vida a esa mujer admirable que sólo tiene realidad en el hombre. Ellos no incurrirán en las bajezas de los hombres que no han dominado a la mujer que hubo en ellos perfectamente distinta y perfectamente indistinta de sí mismos.]
* The man comes around, Johnny Cash, 2002.
* El Rastro, Ramón Gómez de la Serna, 1931.
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