3.1.17

Si os parece, me detendré en el tiempo


[What astounds cannot be
the remnant of what
has been.
Tomorrow still blind
advances slowly.
Sight and light
race towards each other,
and from their embrace
is born the day,
eyes open
tall as a foal.
Murmuring river
clasps the mist
for a moment more.
The peaks are signing on
the sky.
Stop and hear
the milking machines
designed to suck like calves.
In the first heat
the forested hills calculate
their steepness.
The lorry driver is taking the road
to the pass which leads
surprisingly
with its own familiarity
to another homeland.
Soon the grass will be
warmer
than the cows’ horns.
The astounding comes
towards us
outrider of death and birth.]


[Lo que nos asombra
no puede ser el vestigio
de lo que ha sido.
El mañana aún ciego
avanza lentamente.
La luz y la visión
corren a encontrarse
y de su abrazo
nace el día,
con los ojos abiertos
alto como un potro.
El río rumoroso
abraza a la niebla
todavía un momento.
Las cumbres cantan
en el cielo.
Para y escucha
las ordeñadoras mecánicas
pensadas para mamar como potrillos.
Con las primeras luces
las colinas arboladas calculan
su pendiente.
El camionero toma la carretera
del puerto de montaña que le lleva
inesperadamente
por su propia familiaridad
hacia otra patria.
Pronto la hierba será
más cálida
que los cuernos de las vacas.
Lo asombroso llega
hasta nosotros,
escoltando a la muerte y a la vida.]

 *John Berger.
*And our faces, my heart, brief as photos [Trad. Pilar Vázquez Álvarez]. John Berger, 1984.

2.1.17

Tenía novia y no le gustaban las nubes






Levantar un trozo de carne
más grande
que nosotros mismos
más dulce que nuestras alas
y salir volando,

ovacionado por toda la mesa
que elogia esa virtud transparente
(la voluntad de insecto y de supervivencia…)

descubre
que
portamos
algo del otro
dentro
de nosotros
mismos,

y repercute
y quedará,
uniéndonos
sobre todo
como el aire
que transitamos y consumimos

o la razón que apartamos por si acaso
o la semilla que encontramos,
plantamos y recogimos
discutiendo:

esto sí esto no
por aquí se va,                   ¡atento
que aquí el mundo entero disfruta
–más desprendido que Hobbes–
pero se engolfa…

 
*L'eté. Marcel Hanoun, 1968.
*Observación para la funcionaria budista. Los nuestros. Juan Carlos Reche, 2016.