[Aunque sé que a veces me escuchan pensando que soy
el mausoleo de una generación
cuyas reivindicaciones ahogó la dureza de estas décadas
y se asombran de que aún emprenda animosa el viaje
hacia corazones y lenguajes jóvenes
siga hablando del color con que vi el mundo
y lea con más gusto a unos desconocidos que a viejos compañeros
debo decirles
aprendí hace mucho
que no hay nada más patético
que la canción del verano la canción del momento
pasado ese verano pasado ese momento.]
The Brotherhood. Martin Ritt, 1968.
*En Si alguien tiene que ser después, Juana bignozzi, 2010.
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