17.11.16

Ni perfecto ni recién llegado


Toda realidad es necesariamente una realidad cualquiera. En efecto, la determinación necesaria es al mismo tiempo una marca de lo fortuito. No es que sea necesaria por el hecho de ser esto y no aquello, ni por ser esto o aquello, sino por no poder escapar a la necesidad de ser algo, es decir, de ser una cosa cualquiera. Ahora bien, al estar cualquier realidad total y necesariamente determinada, también es total y necesariamente una realidad cualquiera.
Esta verdad vale para toda la realidad, salvo para una sola no obstante, a la que nos referiremos más adelante.    

*El complejo de dinero. Juan Rodrigáñez, 2015. Diseño: Andrés Navarro.  
*Lo real: tratado de la idiotez. Clement Rosset. (Trad: Rafael del Hierro Oliva.)

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