Le suplicaba a mi hermana que no cortara
la parte oxidada de las flores que le había regalado.
Cámbiales el agua si quieres pero no elimines
esas hojas, deja que caigan solas esas partes
y cuando caigan, déjalas un tiempo en la mesa,
al menos un día, pule la mesa sin tocar esas hojas;
además, algunas partes que sueles podar
ni siquiera están oxidadas del todo. Y otra cosa:
deja un minuto los platos con residuos
sin desesperarte por lavarlos de inmediato,
ya los lavaré yo luego, no te preocupes;
descansa un segundo, fuma, tírate en la cama
por el amor de dios, échate en el sofá, permíteme
un segundo, te voy a leer unas páginas de Tanizaki
acerca de las pátinas y vestigios del tiempo sobre las cosas;
te vas a reír cuando habla de los excusados japoneses. Descansa.
Pero nunca lo hizo. Nunca lo hacen.
No saben hacerlo.
*Junichiro Tanizaki.
*Naturaleza muerta. Germán Carrasco, 2016.