*Recto y quieto. El palacio de Linares, 2016.
I can’t take it, so I lie on the hotel bed dissolving into chemicals whose adventure will pursue time to her extinguishment, without the slightest influence from these few years when I held them together in human passion.]
[La filosofía, como los líquenes, necesita siglos para desarrollarse, y el Manual de Instrucciones la ignora sistemáticamente. Si no lo puedes soportar, vete con viento fresco.
Yo no lo soporto, de modo que me quedo echada en la cama del hotel, descomponiéndome en elementos químicos cuyos avatares prolongará el tiempo hasta que el tiempo mismo se extinga, sin que esos pocos años en que los mantuve juntos, componiendo una pasión humana, dejen la menor huella.]
[Observación trivial que me ha dejado estupefacto, tanto, que imagino que debe haber en ella una falacia imperdonable. Partí del principio de que tengo dos padres, cuatro abuelos, ocho bisabuelos y dieciséis tatarabuelos. ¿Por qué no seguir adelante? Cogiendo lápiz y papel hice la progresión. En el año 1780 tenía 64 ancestros (calculando treinta años por generación), en el año 1480 tenía 65.536, en el año 1240 tenía 16.713.216, en el año 1060 tenía 1.069.645.824. Y no seguí porque ya entraba en lo absurdo, en la más grande falsedad histórica: Simplemente porque en el año 1060 la población del mundo no llegaba a dos mil millones de habitantes. ¿Qué explicación puede tener esto? El incesto y la poligamia pueden reducir en parte estas cifras, pero no al extremo de reducir su inaceptable cuantía. Misterio. Paradoja: cada habitante del globo desciende de todos los anteriores habitantes del globo (cono invertido), pero de un anterior habitante del globo y su pareja descienden todos los habitantes actuales (cono normal).]