⸢Mi querido sobrino Paco: Tu valetudinario tío se emocionó al leer tu carta tan cordial, tan cariñosa. A nuestra edad ―me refiero a la de Fernando Rey y a la mía― esas cosas que cuando éramos jóvenes nos parecían signos de debilidad ahora con la tumba cercana ―me refiero a la de Fernando y a la mía― nos hacen lagrimear de agradecimiento. Iría-archi-encantado-a vivir con vosotros, pero mis ocupaciones en Madrid me obligan a alojarme de nuevo en la Torre. Tomaré un apartamento para mí y, como son pequeños, otro más arriba para recibir a ciertas jovencitas de esas que, como tú sabes bien, me dan siempre la lata. ¡Nada, que uno no ha nacido para fraile!
Excuso decirte que estaré encantado si mi queridísima sobrina, tu mujer, me invita a comer en vuestra casa haciendo algo, culinariamente hablando, digno de mí, o sea, algo de lo que más les gusta a los carreteros españoles: vino de Arganda, cebollas con sal, queso manchego y pan. ¿Han cambiado mucho los niños? ¿Y mi pequeña vedette? ¿Y el fornido pequeñín tan guapo? Abrázalos a todos de mi parte. También tengo ganas de ver a mi sobrino Damián con quien todavía mejoré las buenas migas que hacíamos cuando Viridiana. A María Asunción un abrazo especial de mi parte.
En efecto: voy a hacer TRISTANA. Es toda una aventura. He pasado meses para llegar a seleccionar este asunto. En realidad, es que casi nada me interesa profundamente. Mi tentación en este caso ha sido la de hacer una película perfectamente reaccionaria en la forma. Pretendo que aunque la vea un tribunal de obispos no encuentren nada a cortar. Es más: que alguno de los prelados diga: "corten la proyección: para reaccionarios nos bastamos nosotros". Desde luego me entusiasmaría que trabajases tú, pero por desgracia el papel de pintor no es digno de ti. ¡Si lo pudiera "hinchar"! Veremos. En cuanto al papel de Don Lope se los ofrecería a Fernando, pero tal vez esté ya muy viejo para desempeñarlo. ¡Veremos!
Llegaré a Madrid en los primerísimos días de Abril. Iré, ya te lo he dicho, a la Torre. Excuso decirte que te llamaré enseguida.
Muchos abrazos. L. Buñuel.⸥
*Carta de Luis Buñuel a Francisco Rabal. México. 18.03.1963.
*Tristana. Luis Buñuel, 1970.
Excuso decirte que estaré encantado si mi queridísima sobrina, tu mujer, me invita a comer en vuestra casa haciendo algo, culinariamente hablando, digno de mí, o sea, algo de lo que más les gusta a los carreteros españoles: vino de Arganda, cebollas con sal, queso manchego y pan. ¿Han cambiado mucho los niños? ¿Y mi pequeña vedette? ¿Y el fornido pequeñín tan guapo? Abrázalos a todos de mi parte. También tengo ganas de ver a mi sobrino Damián con quien todavía mejoré las buenas migas que hacíamos cuando Viridiana. A María Asunción un abrazo especial de mi parte.
En efecto: voy a hacer TRISTANA. Es toda una aventura. He pasado meses para llegar a seleccionar este asunto. En realidad, es que casi nada me interesa profundamente. Mi tentación en este caso ha sido la de hacer una película perfectamente reaccionaria en la forma. Pretendo que aunque la vea un tribunal de obispos no encuentren nada a cortar. Es más: que alguno de los prelados diga: "corten la proyección: para reaccionarios nos bastamos nosotros". Desde luego me entusiasmaría que trabajases tú, pero por desgracia el papel de pintor no es digno de ti. ¡Si lo pudiera "hinchar"! Veremos. En cuanto al papel de Don Lope se los ofrecería a Fernando, pero tal vez esté ya muy viejo para desempeñarlo. ¡Veremos!
Llegaré a Madrid en los primerísimos días de Abril. Iré, ya te lo he dicho, a la Torre. Excuso decirte que te llamaré enseguida.
Muchos abrazos. L. Buñuel.⸥
*Carta de Luis Buñuel a Francisco Rabal. México. 18.03.1963.
*Tristana. Luis Buñuel, 1970.
No hay comentarios:
Publicar un comentario