27.4.12

En mi recuerdo yo estaba también






「Ein Idiot von ein paar Tagen hier im andalusischen Linares, der an der Hand seines Angehörigen abwesend dahinhoppelte, bekam bei meinem Auf-der-Bank-Sitzen nach der Zettelwirtschaft des Vor- und Nachmittags so überraschte Augen, als sähe er da einen seinesgleichen, oder anders: jemand noch Erstaunlicheren. Von dem ganzen Gesicht, nicht nur den Augen des Mongoloiden, wurde ich angestrahlt; er blieb sogar stehen und musste regelrecht weitergezerrt werden – reines Vergnügen in seinem Antlitz, einfach darüber, dass ein Blick den seinen wahrnahm und gelten liess. Und das war eine Wiederholung: Dort und dort schon sind die Idioten des Erdkreises, europäische arabische, japanische, mit kindlicher Freude das Schauspiel ihrer selbst vorführend, in das Blickfeld des Idioten der Müdigkeit einbezogen. 」

「Hace unos cuantos días, aquí en Linares, en Andalucía, mientras estaba sentado en un banco, después de haber estado entre papeles —por la mañana y en las primeras horas de la tarde—, un idiota que avanzaba, ausente, a trompicones, de la mano de un familiar puso unos ojos de asombro tales, que parecía como si estuviera viendo a uno como él, o, mejor dicho, a uno que todavía causaba mayor asombro. El rostro entero, no sólo los ojos de mongólico, me mandaba su luz; incluso se quedó parado y tuvieron que tirar de él literalmente para sacarle de allí; puro placer en su rostro, simplemente por el hecho de que una mirada percibiera la suya y la valorara. Y esto fue una repetición: en todas partes, los idiotas de la faz de la tierra, los europeos, los árabes, los japoneses, representando con alegría infantil el espectáculo de sí mismos, quedan incorporados al campo de visión del idiota del cansancio.」

*Die Abwesenheit. Peter Handke, 1993.
*Versuch über die Müdigkeit [trad. Eustaquio Barjau y María Parés]. Peter Handke, 1989.

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