「Lay your sleeping head, my love, | human on my faithless arm; | Time and fevers burn away | individual beauty from | thoughtful children, and the grave | proves the child ephemeral: | But in my arms till break of day | let the living creature lie, | mortal, guilty, but to me | the entirely beautiful.
Soul and body have no bounds: | To lovers as they lie upon | her tolerant enchanted slope | in their ordinary swoon, | grave the vision Venus sends | of supernatural sympathy, | universal love and hope; | While an abstract insight wakes | among the glaciers and the rocks | the hermit's carnal ecstasy.
Certainty, fidelity | on the stroke of midnight pass | like vibrations of a bell | and fashionable madmen raise | their pedantic boring cry: | Every farthing of the cost, | all the dreaded cards foretell, | shall be paid, but from this night| not a whisper, not a thought, | not a kiss nor look be lost.
Beauty, midnight, vision dies: | let the winds of dawn that blow | softly round your dreaming head | such a day of welcome show | eye and knocking heart may bless, | find our mortal world enough; | noons of dryness find you fed | by the involuntary powers, | nights of insult let you pass | watched by every human love.」
「Posa la cabeza dormida, amor mío, | compasiva en mi brazo desleal; | el tiempo y las fiebres consumen | la belleza individual de | los niños considerados, y la tumba | demuestra al niño efímero: | pero en mis brazos hasta el amanecer | deja que descanse la criatura viva, | mortal, culpable, aunque para mí | totalmente hermosa.
Alma y cuerpo no tienen límites: | los amantes cuando se recuestan sobre | su ladera tolerante y encantada | en su desmayo corriente, | grave la visión que envía Venus | de compasión sobrenatural, | amor y esperanza universales; | mientras una percepción abstracta despierta | entre los glaciares y las rocas | el éxtasis carnal del ermitaño.
Certidumbre, fidelidad | al dar la medianoche pasan | como las vibraciones de una campana | y los locos de moda alzan | su grito pedante y aburrido: | hasta el último penique del precio, | todo lo que predicen las temidas cartas, | será abonado, pero de esta noche | que ni un susurro, ni un pensamiento, | ni un beso o mirada se pierdan.
Belleza, medianoche, muere la visión: | que los vientos del amanecer que soplan | suavemente en torno a tu cabeza ensoñada | muestren tal día de bienvenida | que el ojo y el corazón latiente lo bendigan, | y tengan suficiente con nuestro mundo mortal; | que los mediodías de aridez te encuentren alimentado | por los poderes involuntarios, | las noches de injuria te franqueen el paso | observado por todos los amores humanos.」
*Auden in his kitchen getting tea. Mark B. Anstendig.
*Lullaby [trad. Eduardo Iriarte]. W. H. Auden. 1937.
*Lullaby (W. H. Auden). T. J. Welsch.
Soul and body have no bounds: | To lovers as they lie upon | her tolerant enchanted slope | in their ordinary swoon, | grave the vision Venus sends | of supernatural sympathy, | universal love and hope; | While an abstract insight wakes | among the glaciers and the rocks | the hermit's carnal ecstasy.
Certainty, fidelity | on the stroke of midnight pass | like vibrations of a bell | and fashionable madmen raise | their pedantic boring cry: | Every farthing of the cost, | all the dreaded cards foretell, | shall be paid, but from this night| not a whisper, not a thought, | not a kiss nor look be lost.
Beauty, midnight, vision dies: | let the winds of dawn that blow | softly round your dreaming head | such a day of welcome show | eye and knocking heart may bless, | find our mortal world enough; | noons of dryness find you fed | by the involuntary powers, | nights of insult let you pass | watched by every human love.」
「Posa la cabeza dormida, amor mío, | compasiva en mi brazo desleal; | el tiempo y las fiebres consumen | la belleza individual de | los niños considerados, y la tumba | demuestra al niño efímero: | pero en mis brazos hasta el amanecer | deja que descanse la criatura viva, | mortal, culpable, aunque para mí | totalmente hermosa.
Alma y cuerpo no tienen límites: | los amantes cuando se recuestan sobre | su ladera tolerante y encantada | en su desmayo corriente, | grave la visión que envía Venus | de compasión sobrenatural, | amor y esperanza universales; | mientras una percepción abstracta despierta | entre los glaciares y las rocas | el éxtasis carnal del ermitaño.
Certidumbre, fidelidad | al dar la medianoche pasan | como las vibraciones de una campana | y los locos de moda alzan | su grito pedante y aburrido: | hasta el último penique del precio, | todo lo que predicen las temidas cartas, | será abonado, pero de esta noche | que ni un susurro, ni un pensamiento, | ni un beso o mirada se pierdan.
Belleza, medianoche, muere la visión: | que los vientos del amanecer que soplan | suavemente en torno a tu cabeza ensoñada | muestren tal día de bienvenida | que el ojo y el corazón latiente lo bendigan, | y tengan suficiente con nuestro mundo mortal; | que los mediodías de aridez te encuentren alimentado | por los poderes involuntarios, | las noches de injuria te franqueen el paso | observado por todos los amores humanos.」
*Auden in his kitchen getting tea. Mark B. Anstendig.
*Lullaby [trad. Eduardo Iriarte]. W. H. Auden. 1937.
*Lullaby (W. H. Auden). T. J. Welsch.
Ayyy, qué bonitooooo!!! ;) Ana V.
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