5.2.20

Es lo que quemaron


[These are outsiders, always. These stars—
these iron inklings of an Irish January,
whose light happened

thousands of years before
our pain did; they are, they have always been
outside history.

They keep their distance. Under them remains
a place where you found
you were human, and

a landscape in which you know you are mortal.
And a time to choose between them.
I have chosen:

out of myth in history I move to be
part of that ordeal
who darkness is

only now reaching me from those fields,
those rivers, those roads clotted as
firmaments with the dead.

How slowly they die
as we kneel beside them, whisper in their ear.
And we are too late. We are always too late.]


[Marginados, los hay siempre. Las estrellas,
estos guiños metálicos de un enero irlandés,
cuya luz sucedió

miles de años antes
de que nuestro dolor lo hiciera: están, siempre han estado
al margen de la historia.

Mantienen la distancia. Bajo ellas perdura
un lugar donde tú descubriste
que eras humano, y

un paisaje donde conociste que eres mortal.
Y un tiempo a escoger entre ellas.
Escogí:

fuera del mito hacia la historia voy para ser
parte de esa ordalía
cuya negrura me alcanza

ahora desde aquellos campos,
aquellos ríos y sendas coaguladas
por la muerte como los firmamentos.

Con cuánta lentitud se van muriendo
mientras nos prosternamos, susurrando en sus oídos.
Y somos ya tan tarde. Somos siempre demasiado tarde.]

*Música viva. Josef Müller-Brockmann, 1951.
*Outside History. Eavan Boland, 1990 [trad. Abraham Gragera, también aquí].
 

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