3.12.09

El eje de la situación

«¿Aparecerá algún día el genio de la seriedad que sepa afrontar ciertas mezquindades realistas de la vida sin caer en una torpe risotada? ¡Ay, pobre de ti, tono mío, mi tono de burbujeante folletín! Pero observemos todavía (para apurar hasta las heces el cáliz de la partícula) que aquellos cánones y principios de la construcción, que nos esclavizan tanto, son producto de una parte solamente… (…) vuestra construcción les agrada sólo en parte, mucho más les gustan sus propios conocimientos acerca de la construcción. ¿Así que el creador trata de lucir su capacidad constructiva sólo para que el conocedor pueda lucir sus conocimientos al respecto? Silencio, sss… misterio; he aquí que el creador crea, arrodillado ante el altar del arte, pensando en la obra cumbre, en la armonía, precisión, espíritu y superación; he aquí que el conocedor se da a conocer profundizando la creación del creador en un profundo estudio —después de lo cual la obra va a los lectores—, y, lo que era engendrado en un sudor total y completo, es recibido de un modo sumamente parcial entre la mosca y el teléfono. Las pequeñas realidades os matan.»



*Ferdydurke. Witold Gombrowicz, 1937.
*Marie-Rita Labrosse, Witold Gombrowicz (Fot. Piotr Kloczowskis)

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