11.10.10

Los insistentes



Valentina Polukhina: You are perhaps in a unique position to give . . . readers an empirical account of New York literary life at the time of Brodsky's arrival on the American poetic scene. Was it difficult for him to fit in?

Derek Walcott: Joseph was somebody who lived poetry. He proclaimed it every time I met him. That's why I admired him. He didn't do the English or American thing, you know, of being shy and saying, "I am not really a poet" or, "I don't like to be called a poet"—any of that nonsense. He was very proud of being called that. He was Brodsky. He was the best example I know of someone who proclaimed that he was a poet; that's what he did. He was industrious and you can't separate the industry of Joseph Brodsky from Joseph Brodsky. I think there's a kind of attitude in biographies, literary biographies, that can say, "Well, you know, W.H. Auden was this, he was a homosexual but he was also . . ." whatever. So that there are two lives, a literary life and a personal life. Joseph didn't make a distinction between his calling and his life . . .
He saw being a poet as being a sacred calling. I share that view. He never exploited his Jewishness. He never played the victim. He detested people who played the victim and whoever wrote as a victim. I think he thought that was too easy. A clear description of Brodsky is of someone who has an almost medieval devotion to his craft and everything that goes with that, in terms of architecture of the craft, the design of the craft. A lot of the poems are designed like cathedral interiors, the font, the arches, the whole thing the whole concept of the poem as cathedral. That devotion is to poetry as the hermetic craft and it's what you'd find in Donne too. And what he kept going was the concept of perception as a part of intellect, not merely an emotional reaction.」


「Valentina Polukhina: Estás quizá en una posición única para dar… a los lectores una visión empírica del ambiente literario neoyorquino en el momento en que Brodsky aparece en escena. ¿Le resultó difícil adaptarse?

Derek Walcott: Joseph Brodsky era alguien que vivía la poesía. Lo proclamaba cada vez que nos encontrábamos. Por eso lo admiraba. No adoptaba la típica pose inglesa o americana, ya sabes, hacerse el tímido y decir “yo no soy realmente un poeta” o “no me gusta que me llamen poeta”, ese tipo de tonterías. Se sentía muy orgulloso de ser llamado así. Era Brodsky. Fue el mejor ejemplo que conozco de alguien que proclame su condición de poeta; es lo que hacía. Era trabajador, y no se puede separar el trabajo de Joseph Brodsky del propio Joseph Brodsky. Pienso que hay un tipo de enfoque en las biografías, en las biografías de escritores, que puede llegar a decir: “Bueno, ya sabes, W. H. Auden era así, era homosexual pero también era…” lo que sea. De forma que existen dos vidas, la literaria y la personal. Joseph no hacía distinciones entre su vocación y su vida…
Para él, ser poeta era una vocación sagrada. Para mí también. Nunca explotó su judaísmo. Nunca adoptó el rol de la víctima. Detestaba a la gente que iba de víctima y a los que escribían como víctimas. Creo que pensaba que era la postura fácil. Una descripción nítida de Brodsky es la de alguien que profesa una devoción casi medieval por su oficio y todo lo que éste conlleva en términos de arquitectura del oficio, de diseño del oficio. Muchos poemas están diseñados como interiores de una catedral, la pila bautismal, los arcos, todo el meollo y la idea integral del poema como una catedral. Esa devoción hacia la poesía como un oficio hermético puede encontrarse también en Donne. Y lo que él mantenía era la idea de la percepción como una parte del intelecto, no sólo como una reacción emocional.」 

[Trad. ugdm]

*Joseph Brodsky. Nueva York, 1987.
*Thirteen Ways of Looking at Joseph Brodsky. Valentina Polukhina, 2004.

2 comentarios:

  1. Siempre se declaró poeta, ese fue su principal conflicto en la URSS: le obligaban a declarar que tenía alguna profesión "de verdad" y él se negaba diciendo que ya la tenía. Yo no comparto todas sus actitudes pero admiro esa capacidad de mantenerse en sus trece, le costó lo suyo.

    P.D. : sorprendente traducción.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  2. Muy interesante, autor que tengo pendiente.

    Un abrazo!

    ResponderEliminar