「Berrendero vive en una casa vacía, sin muebles ni tabiques.
―Mis padres hicieron lo mismo. En cuanto murió mi abuelo, a la vuelta del entierro, mis padres y mis tíos, sin ponerse de acuerdo, empezaron a tirar paredes y pasillos, aquí con un colega albañil. Hay que matar a los muertos.
―A tu erizo le rezo un poco todos los días.
―Es mentira, pero gracias.」
* Carmen Laforet, 1944.
* El día en que violé a Alma Malher. Francisco Umbral, 1988.
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