25.10.09

Obligación, sueños, obligación

«Sufrieron esquizofrenia manifiesta: Tasso, Newton, Lenz, Hölderlin, Swedenborg, Panizza, Van Gogh, Gogol, Strindberg; esquizofrénicos latentes fueron: Kleist, Claude Lorrain. Paranoia: Gutzkow, Rousseau, Pascal. Melancolía: Thoewaldsen, Weber, Schubert, Chopin, Liszt, Rossini, Molière, Lichtenberg; con manías de envenenamiento: Mozart; con ideas suicidas: Raimund. Padecieron ataques histéricos: Platen, Flaubert, Otto Ludwig, Molière. Murieron de parálisis: Makart, Manet, Maupassant, Lenau, Donizetti, Schumann, Nietzsche, Jules Goncourt, Baudelaire, Smetana. Murieron de demencia arteriosclerótica: Kant, Gottfried Keller, Stendhal, Linné, Böcklin, Faraday. Murieron por suicidio: Kleist, Van Gogh, Raimund, Weininger, Garschin. Tuvieron anomalías instintivas en sentido homoerótico: cuarenta. Fueron asexuales de por vida: Kant, Spinoza, Newton, Menzel (…) Bebieron, donde beber no significa una absorción burguesa de líquidos como, por ejemplo, Goethe, que a lo largo de su vida bebió diariamente de una a dos botellas de vino, sino beber con la intención manifiesta de embriagarse: Opio: Shelley, Heine, Quincey (5000 gotas por día), Coleridge, Poe. Ajenjo: Musset, Wilde. Éter: Maupassant (además de alcohol y opio), Jean Lorrain. Hachís: Baudelaire, Gautier. Alcohol: Alejandro (que en estado de embriaguez mató a su mejor amigo y mentor y murió de las consecuencias derivadas de grandes excesos), Sócrates, Séneca, Alcibiades, Catón, Séptimo Severo (muerto por embriaguez), César, Mohamed II el Grande (murió con delirium tremens), Steen, Rembrandt, Carracci, Barbatelli, Poccetti, Lo-Tai-Pe (“el gran poeta ebrio”, murió a causa del alcohol), Burns, Gluck (vino, aguardiente, murió por intoxicación alcohólica), el poeta Schubart, Schubert (bebió desde los quince años), Nerval, Tasso, Händel, Dussek, G. Keller, Hoffmann, Poe, Musset, Verlaine, Lamb, Muerger, Grabbe, Lenz, Jean Paul, Reuter (dipsómano, bebedor empedernido), Scheffel, Reger, Beethoven (murió, como es sabido, de cirrosis alcohólica). (…) ¿Existe acaso un genio sano?»



*Genie und Gesundheit. Gottfried Benn, 1930.
*Frieda Riess, 1922.

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