11.6.09

Carecer de ascendencia

«Y hablando de Adán y Eva, la campana de mi cabeza atolondrada no deja de preguntarse por el origen de los apellidos. Es obvio que los 'padres de la humanidad', al carecer de ascendencia, sólo disponían de su nombre de pila, lo que inclina a pensar que no pudieron dar a Abel y a Caín un apellido. Y ellos, claro está, tampoco a sus hijos. ¿Quién fue, entonces, el primer hombre apellidado?»

En Diario de una taxista. Rosario Cisma, 2006.

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