«Es incorrecto decir, como en el preámbulo de la Cosntitución de los Estados Unidos, que todos los hombres tienen derecho a la búsqueda de la felicidad. Todos los hombres tienen derecho a evitar el dolor innecesario si es posible, y ningún hombre tiene derecho a gozar a expensas de otro. Pero la felicidad no es un derecho, es un deber. Hasta el grado en que si somos infelices, cometemos pecado (y viceversa). No se puede buscar un deber, pues su imperativo se aplica al momento presente, no a una fecha futura.
Mi deber hacia Dios es ser feliz; mi deber hacia mi prójimo es proporcionarle placer y aliviar sus penas. Ningún ser humano puede hacer feliz a otro.»
En Postdata: lo frívolo y lo serio. W. H. Auden, 1962.
Mi deber hacia Dios es ser feliz; mi deber hacia mi prójimo es proporcionarle placer y aliviar sus penas. Ningún ser humano puede hacer feliz a otro.»
En Postdata: lo frívolo y lo serio. W. H. Auden, 1962.
No hay comentarios:
Publicar un comentario