17.11.09

Donde se ahorra gas

«—Talk to me, bright boy —Max said—. What do you think’s going to happen?
George did not say anything.
—I’ll tell you —Max said—. We’re going to kill a Swede. Do you know a big Swede named Ole Anderson?
—Yes.
—He comes here to eat every night, don’t he?
—Sometimes he comes here.
—He comes here at six o’clock, don’t he?
—If he comes.
—We know all that, bright boy —Max said—. Talk about something else. Ever go to the movies?
—Once in a while.
—You ought to go to the movies more. The movies are fine for a bright boy like you.
—What are you going to kill Ole Anderson for? What did he ever do to you?
—He never had a chance to do anything to us. He never even seen us.
—And he’s only going to see us once —Al said from the kitchen.
—What are you going to kill him for, then? —George asked.
—We’re killing him for a friend. Just to oblige a friend, bright boy.
—Shut up —said Al from the kitchen. You talk too goddamn much.
—Well, I got to keep bright boy amused. Don’t I, bright boy?
—You talk too damn much —Al said—. The nigger and my bright boy are amused by themselves. I got them tied up like a couple of girl friends in the convent.
—I suppose you were in a convent.
—You never know.»

«—Dime, chico listo —dijo Max—. ¿Qué crees que va a ocurrir?
George no respondió.
—Te lo diré —siguió Max—. Vamos a matar a un sueco. ¿Conoces a un sueco grandote llamado Ole Andreson?
—Sí.
—Viene a cenar todas las noches, ¿verdad?
—A veces.
—A las seis en punto, ¿verdad?
—Si viene.
—Todo eso ya lo sabemos, chico listo —dijo Max—. Hablemos de otra cosa. ¿Vas al cine?
—De vez en cuando.
—Deberías ir más al cine. Las películas son buenas para un chico listo como tú.
—¿Por qué van a matar a Ole Andreson? ¿Qué les ha hecho?
—No ha tenido oportunidad de hacernos nada. Nunca nos ha visto.
—Y nos va a ver una sola vez —dijo Al desde la cocina.
—¿Por qué van a matarlo entonces? —preguntó George.
—Lo hacemos para un amigo. Es un favor, chico listo.
—Cállate —dijo Al desde la cocina—. Estás abriendo demasiado la bocaza.
—Bueno, tengo que entretener al chico listo. ¿Verdad, chico listo?
—Estás abriendo demasiado la bocaza —dijo Al—. El negro y mi chico listo se entretienen solos. Los tengo atados como a un par de amigas en el convento.
—¿He de suponer que estuviste en un convento?
—Nunca se sabe.»



*The killers. Ernest Hemingway, 1927.
*Andrei Tarkovski en Убийцы (The killers). Andrei Tarkovski, 1958.

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