19.12.14

12.12.14

Para expresarlo en lenguaje purgativo








*Erice - Kiarostami. Correspondències. Víctor Erice, Abbas Kiarostami, 2006.
*Pink Panther (intro). Ion Storm.

5.12.14

La dimensión no verbal



[Chi conosce gli studi psicoanalitico-letterari con cui, qualche anno fa, Jean-Paul Weber si conquistò il dottorato alla Sorbona, sa come regolarsi: coloro cui tali studi fossero sfuggiti, hanno pero qualcosa. Secondo Weber, ogni poeta (ma Weber dice, riservandosi amplia facoltà di prova, ogni uomo) è vincolato, mani e piedi, a un tema, e a uno solo, comunque metamorfosato e travestito: l'origine de questo è, ortodossamente, in un trauma infantile, e il poeta, per tutta la vita, si trascina dietro questa immagine capitale, ronzandole perpetuamente intorono, o, per essere più precisi, da questa immagine capitale, e da questa sola, è trascinato incessantemente, sino alla tomba.]

[El que conoce los estudios psicoanalítico-literarios con los que hace algunos años Jean-Paul Weber se conquistó el doctorado en la Sorbona, sabe qué actitud tomar: aquellos que no los conocen, han perdido algo. Según Weber, cada poeta (pero Weber afirma, reservándose amplia facultad de prueba, cada hombre) está vinculado, de pies y manos, a un tema, un solo tema, metamorfoseado y disfrazado: el origen de este tema hállase, de la manera más ortodoxa, en un trauma infantil, y el poeta, a lo largo de toda su vida, arrastra esa imagen capital, rondando perpetuamente a su alrededor o, para ser más exactos, es arrastrado incesantemente hasta la tumba, por esa imagen capital y por ella sola.]

*A Opinião Pública. Arnaldo Jabor, 1967.
*Il trattamento del materiale verbale nei testi della nuova avanguardia [trad. Antonio Pasquali]. Edoardo Sanguineti, 1965.

4.12.14

No temeré ser parte



[Esperaban en la fila para entrar a comer.
No había nada puro
en la desposesión,
sólo manchas de vómito y lejía.
Mano de la pobreza, no los toques:
como la mala hierba
arrojas tu semilla al ser cortada.
Quizá quien da su tiempo
se ha convertido en alguien con respuestas
pero sin soluciones.
Ahora huele el frío a cartones mojados.
Los hechos son un despertar oscuro.]

*The Films of Siegfried A. Fruhauf. Siegfried A. Fruhauf, 2003.
*16. Desaparecer, Juan Manuel Romero, 2014.

2.12.14

Estrabismo visionario




["Señores diputados, la situación es extremadamente grave. Debemos hacer un consenso para meterlo dentro de un marco, ¡qué monada! Como primer punto del orden del día, actualizaremos nuestros sueldos. Como segundo punto bajaremos el de los demás." Qué felices son haciendo el mamón,  siempre en nombre de la razón; y su libertad vigilada por los cañones del capital. Estáis todos acojonaos por el ejército y vendidos a todos los banqueros, camuflando en democracia este fascismo porque aquí siempre mandan los mismos. Un congreso de ratones podríais formar. No representáis a nadie, ¿qué os creéis? ¿A quién queréis engañar? Quiero soberanía personal, mi representación soy sólo yo. Y nada me puede obligar con vuestra constitución.]



*El congreso de los ratones. La polla records, 1985.

25.11.14

14.11.14

Aura de un ataque epiléptico





*Marin County Civic Centre, San Rafael, California. Frank Lloyd Wright, 1960-62.
*Can't Stay Here Anymore. Middle Brother, 2011.

27.10.14

Fotograma, lugar, memoria, fin del mundo





El lugar no es simplemente un algo, 
sino un algo que ejerce cierta 
influencia, es decir, que afecta 
al cuerpo que está en él. 

ARISTÓTELES

          1. Fotograma

La primera imagen es una pantalla negra con un fondo sonoro de turbinas de avión. Son sólo dos o tres segundos antes de que aparezca el siguiente fotograma: un hangar de aeropuerto visto desde arriba. Probablemente, la imagen ha sido tomada desde un helicóptero o una torre de control. Junto al hangar, un área de aparcamiento con algunos vehículos estacionados. En la zona de despegue, a la izquierda en la imagen, aparecen tres grandes aviones dispuestos en paralelo; pequeños grupos de gente los miran apoyados en la barandilla de la cubierta. Durante el tiempo que aparece en pantalla la imagen quieta del hangar, sobre la que se despliegan los títulos de crédito, el sonido de las turbinas se ha transformado gradualmente en una pieza de canto gregoriano interpretado por el coro de la catedral ortodoxa de Saint Alexandre Nevsky en París [1]. Ese templo sería el elegido por la bailarina Olga Khokhlova para celebrar su boda con Pablo Picasso el 2 de julio de 1918 —el enlace contaría con tres testigos de excepción: Jean Cocteau, Max Jacob y Guillaume Apollinaire… Son los primeros planos de La Jetée (El hangar), la fotonovela dirigida por Chris Marker en 1962.

          En veinticinco minutos y usando únicamente la banda sonora, una voz en off y una sucesión de imágenes fijas, el director se propuso contar una historia post-apocalíptica de viajes en el tiempo. El presupuesto para efectos especiales es nulo. Sabe que el éxito o el fracaso del proyecto dependerán del equilibrio entre lo dicho y lo omitido, entre lo acústico y lo visual, pero también de que la ficción sepa establecer vínculos con cierto contexto histórico.


          Nueve años atrás, en el 53, la muerte de Stalin había marcado el inicio de la Guerra Fría. En  1961, Marker dirige Cuba sí, un trabajo que retrata con dosis parejas de esperanza y escepticismo los inicios de la revolución cubana. El año del estreno de La Jetée, la crisis de los misiles en Cuba ponía en riesgo el equilibrio de fuerzas establecido entre las dos potencias obcecadas en imponerse mutuamente su visión del mundo. Chris Marker no sólo creía, como René Char, en el poder de la belleza para corregir el mal, sino en que la primera debe ser capaz de identificar y anticiparse y hasta de sobrevivir al segundo… 


           2. Lugar
 
      El lugar —afirma Rafael Moneo— a menudo en conjunción con lo que ya está construido en torno de él, es un testimonio de la continuidad del mundo en que vivimos [2]. En las paredes de los corredores interiores, murales luminosos publicitan los reclamos locales: platos típicos, riachuelos vírgenes, beldades engastadas en trajes regionales… Pero alrededor del aeropuerto lo que hay son vías de acceso, edificaciones auxiliares, aparcamientos, almacenes. Sin ser el único caso, el aeropuerto representa bien la indiferencia hacia el lugar —hacia el contexto— que caracteriza a una parte de la arquitectura contemporánea.
 
        Ante el encargo de proyectar un aeropuerto, el arquitecto pierde más horas de sueño tratando de responder al complejo esquema organizativo que estudiando las peculiaridades y la evolución histórica de la ciudad en la que va a asentar su edificio. Es más, las diferencias de programa entre aeropuertos ubicados en continentes distintos son esencialmente cuantitativas, esto es, responden a la previsión de viajeros que deberán transitar por sus instalaciones. Como consecuencia, su configuración, y en última instancia su identidad, guarda más relación con la estadística que con la historia. 
 
        De otro modo, lo genérico le ha ganado la partida a lo característico. Del resultado de ese pulso surgen los proyectistas adiestrados para el edificio susceptible de ser colocado en cualquier parte; arquitectos que se limitan a proporcionar una cáscara sorprendente, un contenedor funcional disociado del presente entendido como acumulación de historia. Así, la función del complejo aeroportuario no es perdurar, sino adaptarse a ese presente meramente utilitario, desestimando con ello la belleza de la arquitectura que ha sobrevivido al uso para el que fue pensada; la ciudad de Roma casi al completo, por ejemplo.
 
        Extremando los términos, si la identidad concebida como un medio de compartir el pasado es un concepto obsoleto, la nueva arquitectura deja de definir un espacio para definir un tiempo, pero no cualquier tiempo, sino un tiempo sin historia, un presente sin continuidad.



         3. Memoria
 
        Más que la concepción del aeropuerto como paradigma del no-lugar, me interesa la noción del aeropuerto-intercambiador: el aire no compartimentado del gran gruyere en cuya red de túneles confluyen flujos peatonales, ferroviarios, rodados, aéreos;  el espacio infinitamente interior de lo que Rem Koolhaas ha dado en llamar el Espacio basura.
 
        «El espacio basura está más allá de toda medida, de todo código... No puede ser comprendido y, por tanto, el espacio basura no puede ser recordado. Es llamativo y a pesar de todo inmemorable, es como un salva-pantallas, cuya negativa a permanecer estático asegura una amnesia instantánea.»[3]
 
          Sujeto a la gravedad y a las cronopatías, anestesiado por la vorágine de simulacros kitsch de paisaje y monodosis de nada con apariencia de comida… un píxel de atención, un espécimen típico de huérfano contemporáneo; pues la sensación de orfandad del individuo atrapado en un aeropuerto procede del contraste entre el bombardeo de estímulos y el alcance limitado de sus sentidos ordinarios. 
 
          Instintivamente refractarios al vacío semántico del espacio basura, los ojos buscan patrones de reconocimiento en los rostros de los otros viajeros. En pocos minutos, el mapa de caras se reconfigura a instancias de la memoria, adquiere una ilusión de familiaridad. Ya se deba a un resorte de la necesidad de pertenencia —amenazada por la atmósfera aislante del espacio basura— o a un mecanismo contra la amnesia que denuncia Koolhaas, lo cierto es que esa experiencia guarda algún parentesco con otra que se da de forma exclusiva en los aeropuertos: un agente de aduanas sostiene nuestro pasaporte abierto por la página de la fotografía y nos mira a los ojos; durante esos segundos decisivos, nos vemos en la extraña tesitura de tener que parecernos a nosotros mismos, ponemos cara de nosotros mismos.
 
       Horas después, antes de acceder a la pasarela que conduce al avión, algunos pasajeros, discretamente, se santiguan.  
 
          4. Fin del mundo
 
         Pero volvamos al plano inicial: pantalla en negro, sonido de turbinas de avión. Los ojos, ocupados en lo que los oídos reclaman, experimentan un borrado de memoria. En virtud de esa operación de montaje, la acumulación de imágenes en la retina del espectador ha sido desmantelada. Los sentidos ya no desconfían unos de otros, y esa intimidad conviene al visionado, o más bien al relato. Es una primera forma de sinestesia, la mente trata de ponerle imagen al sonido, y para ello echa mano de los aeropuertos del recuerdo, trata de reconocer si no un modelo al menos un factor común a esa superposición de caras y recorridos interminables… Y ahora una voz en off nos introduce en lo que vamos a ver a continuación: Esta es la historia de un hombre marcado por una imagen de su infancia. La violenta escena que le atormentaba, cuyo significado sólo comprendería años más tarde, ocurrió en el gran hangar de Orly algunos años antes del estallido de la Tercera Guerra Mundial.
 
          Estamos en 1962, el emisario del futuro es enviado primero al museo de Historia Natural de París, donde el pasado es expuesto a los curiosos —y él lo es, puesto que sólo conoce el futuro— y más tarde al futuro del futuro, cuyos habitantes lo rechazan como escoria de otro tiempo. Años más tarde… algunos años antes… introduce el narrador, y quizá quiera sugerir que lo que vamos a ver guarda una relación directa con el presente histórico: dos potencias obcecadas en imponerse mutuamente su visión del mundo.

 
          En el relato distópico, tanto los libros de historia como el mundo después del fin del mundo carecen de aeropuertos. De modo que su último viaje, el que le lleva al presente puro, tiene como destino el aeropuerto de Orly, donde la visión del niño y el recuerdo que atormenta al adulto se encuentran; pero también donde el presente se aísla de la historia y, quizá por eso mismo, se autoaniquila. Esta última idea se ve tangencialmente reforzada en la versión que realizara Terry Gilliam en 1996, Twelve monkeys, en la que el virus que trae la destrucción global es expedido en maletines hacia los principales aeropuertos del planeta.  
 
         Si el fin del mundo sobreviene donde tiempo e historia se bifurcan, quizá el lugar idóneo para albergar el punto de escisión sea un aeropuerto. Tal vez la consumación de la cronología necesite menos un enclave físico que un dispositivo que conozca bien su idioma, es decir, un cronómetro. Bien mirado, hasta las líneas diagonales de los aviones despegando y aterrizando, vistas desde lejos, tienen algo de agujas de reloj…

[1] Music from Russian Liturgy of the Good Saturday, composición de Trevor Duncan.
[2] Moneo, Rafael. La otra modernidad, Arquitectura y ciudad, Madrid, Ediciones del Círculo de Bellas Artes, 2007.
[3] Koolhaas, Rem. Espacio basura, México D.F. Gustavo Gili 2008.

*La Jetée. Chris Marker, 1962.
*Fotograma, lugar, memoria, fin del mundo. Andrés Navarro, 2013.

23.10.14

Mirándonos marchar



[Lo que solicitamos de la cumbre de la UE que se celebrará los días 23 y 24 de octubre de 2014 es sencillo: que se concrete una orientación clara que establezca que el nuevo marco de actuación sobre clima y energía de la UE no imponga a las industrias europeas más eficientes costes directos o indirectos vinculados a emisiones de CO2 que mermen su competitividad a escala mundial.]

*Nelie Adams, Steve McQueen.
*Carta abierta de los 60 ejecutivos de la industria siderúrgica europea a los Jefes de Estado y de Gobierno, Presidente del Parlamento Europeo, Presidente y Presidente electo del Consejo Europeo, Presidente y Presidente electo de la Comisión Europea. 06.10.2014. [documento completo aquí]

18.10.14

Bien, sigamos


[The technocracy grows without resistance, even despite its most appalling failures and criminalities, primarily because its potential critics continue trying to cope with these breakdowns in terms of antiquated categories. This or that disaster is blamed by Republicans on Democrats (or vice versa), by Tories on Labourites (or vice versa), by French Communists on Gaullists (or vice versa), by socialists on capitalists (or vice versa), by Maoists on Revisionists (or vice versa). But left, right, and center, these are quarrels between technocrats or between factions who subscribe to technocratic values from first to last. The angry debates of conservative and liberal, radical and reactionary touch everything except the technocracy, because the technocracy is not generally perceived as a political phenomenon in our advanced industrial societies. It holds the place, rather, of a grand cultural imperative which is beyond question, beyond discussion.

When any system of politics devours the surrounding culture, we have totalitarianism, the attempt to bring the whole of life under authoritarian control. We are bitterly familiar with totalitarian politics in the form of brutal regimes which achieve their integration by bludgeon and bayonet. But in the case of the technocracy, totalitarianism is perfected because its techniques become progressively more subliminal. The distinctive feature of the regime of experts lies in the fact that, while possessing ample power to coerce, it prefers to charm conformity from us by exploiting our deep-seated commitment to the scientific worldview and by manipulating the securities and creature comforts of the industrial affluence which science has given us.

So subtle and so well rationalized have the arts of technocratic domination become in our advanced industrial societies that even those in the state and/or corporate structure who dominate our lives must find it impossible to conceive of themselves as the agents of a totalitarian control.]


[La tecnocracia se desarrolla sin resistencia incluso a pesar de sus crímenes y fracasos más escandalosos, en primer lugar porque la critica que potencialmente pueda hacérsele se em­pecina en analizar esos fracasos con categorías anticuadas. Los republicanos achacarán tal o cual desastre a los demó­cratas (o viceversa), los conservadores a los laboristas (o vice­versa), los comunistas franceses a los gaullistas (o viceversa), los socialistas a los capitalistas (o viceversa), los maoístas a los revisíonistas (o viceversa). Pero izquierda, derecha y centro son lo mismo a este respecto; sus querellas se producen entre tec­nócratas o entre facciones que suscriben los valores tecnocrá­tícos de principio a fin. Los sañudos debates entre conservadores y líberales, radicales y reaccionarios, tocan todos los temas he­bidos y por haber salvo el de la tecnocracia, porque, por lo general, en nuestras sociedades industriales avanzadas no se ve en la tecnocracia un fenómeno politico. La tecnocracia, más bien, es algo así como un imperativo cultural que está fuera de toda discusión.

Cuando un sistema politico cualquiera devora todo el en. torno cultural tenemos totalitarismo, es decir, un intento de poner la vida entera bajo control autoritario. Por desgracia, nos hemos familiarizado ya con politicas totalitarias materia­lizadas en regímenes brutales que logran la integración con porras y bayonetas. Pero, en el caso de la tecnocracia, se llega a un totalitarismo muy perfeccionado porque sus técnicas son cada vez más subliminales. El rasgo distintivo del régimen de los expertos es que, aun poseyendo un amplio poder coercitivo, prefiere ganar nuestra conformidad explotando nuestra profunda e íntima veneración por la visión científica del mundo y manipulando la seguridad y el confort de la abundancia indus­trial que nos da la ciencia.

Las artes de la dominación tecnocrática en nuestras socie­dades industriales avanzadas son ya tan sutiles y racionali­zadas, que incluso las personas que desde el estado y/o las estructuras corporativas privadas dominan nuestras vidas no se conciben a sí mismas como agentes de un control totali­tarlo. ]

*Rural Electrification Administration. Lester Beall, 1937.
*The making of a counter culture (trad. Ángel Abad). Theodore Roszak, 1968.

3.10.14

Medio utópico medio apocalíptico



[La confusa impureza de los seres humanos se percibe en ellos, la agrupación, uso y desuso de los materiales, las huellas del pie y los dedos, la constancia de una atmósfera inundando las cosas desde lo interno y lo externo.

Así sea la poesía que buscamos, gastada como por un ácido por los deberes de la mano, penetrada por el sudor y el humo, oliente a orina y a azucena, salpicada por las diversas profesiones que se ejercen dentro y fuera de la ley.

Una poesía impura como un traje, como un cuerpo, con manchas de nutrición, y actitudes vergonzosas, con arrugas, observaciones, sueños, vigilia, profecías, declaraciones de amor y de odio, bestias, sacudidas, idilios, creencias políticas, negaciones, dudas, afirmaciones, impuestos.

La sagrada ley del madrigal y los decretos del tacto, olfato, gusto, vista, oído, el deseo de justicia, el deseo sexual, el ruido del océano, sin excluir deliberadamente nada, sin aceptar deliberadamente nada, la entrada en la profundidad de las cosas en un acto de arrebatado amor, y el producto poesía manchado de palomas digitales, con huellas de dientes y hielo, roído tal vez levemente por el sudor y el uso. Hasta alcanzar esa dulce superficie del instrumento tocado sin descanso, esa suavidad durísima de la madera manejada, del orgulloso hierro. La flor, el trigo, el agua tienen también esa consistencia especial, ese recuerdo de un magnífico tacto.

Y no olvidemos nunca la melancolía, el gastado sentimentalismo, perfectos frutos impuros de maravillosa calidad olvidada, dejados atrás por el frenético libresco: la luz de la luna, el cisne en el anochecer, «corazón mío» son sin duda lo poético elemental e imprescindible. Quien huye del mal gusto cae en el hielo.]


*Pablo Neruda y Matilde Urrutia. Sara Facio, 1972.
*Sobre una poesía sin pureza. Pablo Neruda, 1935.

26.9.14

Puedes pensar en una gaviota






[En lo más expuesto del acantilado
—¿y cómo los llevarían ahí, los materiales?—
está la casa. Pintada en gris, sus muros
se confunden con la roca. Imposible verla,
desde lejos: a veces puedes pensar en una gaviota
pero es un pedazo de cortina que vuela
a través del vidrio roto de una de las ventanas.
Ni siquiera todos los del pueblo saben de ella
—y quien lo sabe, no lo dice. Ni una leyenda
sobre su construcción, nada.

Sólo podrías llegar en marea baja: el camino
arranca en un recodo alejado de la playa.
Un tramo de escalera tallada con disimulo
—que no se note la mano de un hombre— y luego
oculto bajo las hierbas altas, un incierto sendero.

Junto a la puerta, bidones repletos de agua de lluvia
y un azadón apoyado contra la pared. Una bota desparejada
y una rueda de bicicleta. La puerta abierta chirría
rítmicamente, casi cómica. Dentro, hierbas resecas,
periódicos viejos, cuchillos gastados
sobre una mesa de madera y libros ilegibles en estantes,
borrados por la humedad. La cafetera puesta sobre el gas
como a la espera, una cama deshecha. A lo lejos, muy,
un ladrido. Si te quedases un rato creerías entender
el idioma del viento. Si te sorprendiera la tormenta…
Pero es igual, nunca irás a esa casa.]

*La casa del ello, incluido en La eterna cualquiercosa. Martín López-Vega, 2014.

25.9.14

Índice de primeros versos







* Brigitte Bardot, Kirk Douglas. Festival de Cannes, 1953.
*Audrey Hepburn, Fred Astaire. Rodaje de Funny Face (Stanley Donen, 1957).
*Anna Karina, Jean-Paul Belmondo, rodaje de Une femme est une femme (Jean-Luc Godard, 1961). Imagen: Raymond Cauchetier.
*Non esiste l'amor. Adriano Celentano, 1961.

24.9.14

Parece que Luis Miguel se ha puesto hermoso


[Being envied is a solitary form of reassurance. It depends precisely upon not sharing your experience with those who envy you. You are observed with interest but you do not observe with interest - if you do, you will become less enviable.

In this respect the envied are like bureaucrats; the more impersonal they are, the greater the illusion (for themselves and for others) of their power. The power of the glamorous resides in their supposed happiness: the power of the bureaucrat in his supposed authority. It is this which explains the absent, unfocused look of so many glamour images. The look out over the looks of envy which sustain them.]

[Ser envidiado es una forma solitaria de reafirmación, que depende precisamente de que no compartes tu experiencia con los que te envidian. Eres observado con interés, pero tú no observas con interés, pues si lo hicieras, resultarías menos envidiable.

En este sentido, los envidiados son como los burócratas: cuanto más impersonales son, más grande es su ilusión de poder (de poder para sí o para otros). El poder de la fascinación reside en su supuesta felicidad; el poder del burócrata, en su supuesta autoridad. Esto explica la mirada ausente, perdida, de tantas imágenes fascinantes. Miran por encima de las miradas de envidia que las sostienen.]

*Publicidad de Vidal Sassoon, 1985.
*Ways of seeing [trad. Justo G. Beramendi]. John Berger, 1972.

18.9.14

La mentira refleja una autenticidad por descubrir


[Take down the Union Jack, It clashes with the sunset and put it in the attic with the emperors old clothes. When did it fall apart? Sometime in the eighties when the great and the good gave way to the greedy and the mean. Britain isn't cool, you know. It's really not that great. It's not a proper country. It doesn't even have a patron saint. It's just an economic union that's past its sell-by date.

Take down the Union Jack. It clashes with the sunset and ask our Scottish neighbors if independence looks any good. 'Cause they just might understand how to take an abstract notion of personal identity, and turn it into nationhood.

Is this the 19th Century that I'm watching on TV. The dear old queen of England handing out those MBEs, member of the British Empire. That doesn't sound too good to me. Gilbert and George are taking the piss, aren't they? Gilbert and George are taking the piss. What could be more British than is a picture of me bum? Gilbert and George are taking the piss.

Take down the Union Jack, It clashes with the sunset and pile up all those history books but don't throw them away. They just might have some clues about what it really means to be an Anglo hyphen Saxon in England dot Co dot you-K. To be an Anglo hyphen Saxon in England dot Co dot you-K.]



*A Torment Of Follies. Frances Stark. 2008.
*Take down the Union Jack. Billy Bragg, 2002.

17.9.14

Diosa parcial, belleza huesuda





*Arcade Fire. Olympic Island. 14.08. 2010.
*Santamonica Legitimate Wear. Mark Brooks, 2011.
*Árboles. Colectivo Los Hijos, 2013.
*February Seven. The Avett Brothers, 2012.

11.9.14

Así nos luce la alopecia

[Botín fue mejor que cualquiera que se quejó de un banco. Botín aportó más bienestar e hizo más caridades de lo que jamás han hecho por los demás los de la denigrante infamia de ir a buscar a las personas a sus casas. Los puestos de trabajo que Botín creó han sido más importantes que la lamentable acción de cualquier sindicato.

Si todavía tienes algún derecho, oh quejica de cada pancarta, es porque Botín te lo paga. ¿Quién crees que mantiene la socialdemocracia? ¿Quién crees que financia las conquistas sociales? ¿Quién la sanidad de tu hijo, su escuela, tu subsidio? ¿Los sindicatos? ¡Madura, por el amor de Dios! Si fueras la mitad de imbécil y el doble de agradecido, seríamos un país más rico, y más refinado.
(...)
Él cumplió con su misión y la vida de mucha gente fue mejor gracias a su paso por el mundo. ¿Qué has hecho tú, pequeña bestia vegetariana? Pues anda, cállate.]


*A Matter of Life and Death. Michael Powell, Emeric Pressburger, 1946.
*Muere Emilio (fragmento). Por Salvador Sostres. El Mundo. 11.09.14. [artículo completo]

3.9.14

Copos de nieve para el oído



[El placer físico de ese viaje provenía sobre todo del hecho de que el globo era algo enorme e hinchado, pero también de:

1) la posibilidad de viajar por encima de la cabeza de los demás, más allá del radio de acción de sus brazos extendidos;

2) la posibilidad de elevarme cuando encontraba un árbol o una casa y volver a descender después hacia tierra;

3) que el globo, aunque fuese en verdad gigantesco, era extrañamente sensible, silencioso y dócil a todos los caprichos del aire, y que el hombre en la cesta era exactamente como él y su alma se volvía  tan infantil como la suya;

4) que la brisa, que a los demás les acaricia tan sólo las mejillas, nos empujaba a nosotros en el aire y nadie podía saber qué suerte nos deparaba la navegación en el espacio;

5) la ausencia de todo mecanismo, con excepción de una pequeña lámpara de petróleo... nada de gas, sólo tela, cuerdas, la cesta y nosotros en el aire, y

6) la maravillosa sombra que proyectábamos sobre la hierba.]


*The White Diamond. Weerner Herzog, 2004.
*Aventuras [trad. Sergio Pitol]. Witold Gombrowicz, 1957.

10.8.14

Determinismo de la bola de billar












*Full Metal Jacket. Stanley Kubrick, 1987.
*The Pervert's Guide to Ideology. Sophie Fiennes, 2012.
*Seconds. John Frankenheimer, 1966.
*The Pervert's Guide to Ideology. Sophie Fiennes, 2012.
*Titanic. James Cameron, 1997.
*The Pervert's Guide to Ideology. Sophie Fiennes, 2012.
*Taxi Driver. Martin Scorsese, 1976.
*The Pervert's Guide to Ideology. Sophie Fiennes, 2012.

8.8.14

A base de pan duro y convicciones


[Just for kicks we all went to the Self-Realization Cafe and had mushroom burgers and made up haiku poems. Then one of the others got the bright idea to roll somebody -- and I got panic and I didn't want them to know and I held onto the table so I wouldn't tremble and we went in this bar by the bus depot and waited for somebody to come out and they grabbed him and he only said "no no" and he didn't have a chance. They beat him up good. His face was bloody and his eyes were white and they left him in a little pile like a dung heap, and I watched it all. Going home, the one called Sailor said "Did you see his eyes?" And Dave passed me the bottle and said, "Whattsa matter kid, no guts?" and I felt like they were all coming up then. When I left them, I walked for a while and it was early in the morning and this big old water truck came by and sprayed the sidewalk and the gutter down and the water smelled good and the sun was just coming up above the few trees there are in our neighborhood, below Coit Tower, and through the fog it looked like an eclipse. Going to work were all the people I never see at night, including some waitresses in bandannas and big men with paperback lunches and some kids finally came along to school, one on a bicycle, and some dogs and I went home and listened to the radio and made up haiku poems.]




*Haiku Poems. Rod McKuen, 1959.

1.8.14

En tono rojo capote II


[En una azotea de la Ciudad Vieja
hay ropa iluminada con la última luz del día:
sábana blanca de una enemiga,
toalla de un enemigo
para secar con ella el sudor de su frente.

Y en el cielo de la Ciudad Vieja
una cometa.
Y al final del hilo
un niño,
que no vi
a causa de la muralla.

Hemos izado muchas banderas.
han izado muchas banderas.
Para que pensemos que están contentos.
Para que piensen que estamos contentos.]

*Jerusalén [trad. Raquel García Lozano]. Yehuda Amijai, 1963.

30.7.14

En tono rojo capote





[Seremos un pueblo, si es que queremos, cuando aprendamos
que no somos ángeles, y que el mal no es privativo de los demás.

Seremos un pueblo cuando no entonemos una oración de gracias
a la patria sagrada cada vez que el pobre halle qué cenar…

Seremos un pueblo cuando insultemos al sultán y su valido sin
que se nos lleve a juicio.

Seremos un pueblo cuando un poeta pinte el erotismo del vientre
de una bailarina.

Seremos un pueblo cuando olvidemos los dictados de la tribu…
cuando el individuo se dé a los pequeños detalles.

Seremos un pueblo cuando un escritor mire a las estrellas y no
diga: Nuestro país es más alto ¡y más hermoso!

Seremos un pueblo cuando la policía de costumbres impida que
se golpee a las adúlteras y las hetairas en las calles.

Seremos un pueblo cuando el palestino se acuerde de su bandera
sólo en los estadios, en los concursos de belleza y el día de la Nakba.
Nada más.

Seremos un pueblo, si es que queremos, cuando al cantante se le
permita entonar una aleya de la azora “El Clemente” en una boda
mixta.

Seremos un pueblo cuando respetemos los aciertos, ¡y respete-
mos los errores!]

* Si es que queremos [trad. Luz Gómez García]. Mahmud Darwix, 2008.

28.7.14

3.7.14

Tus númenes, tu anís, tu mala suerte


[Geni si nasce o ci si crea? Prima di tutto si nasce uomini. Poi nei primi anni dell’infanzia si prendono tali spaventi o si esperimentano tali dolcezze, che tutta la vita ne è determinata. Un genio (odio questa parola) è determinato dagli spaventi o dalle dolcezze (ambedue estremi) che ha subito da bambino. Il «crearsi» genio consiste in un manovrare (accanito, occulto, inconscio, invasato, irrefrenabile) per ricreare le dolcezze infantili o per creare barriere contro gli spaventi infantili.]

[¿Genio se nace o se hace uno? Ante todo se nace hombre. Después, en los primeros años de la infancia, se lleva uno tales sustos o experimenta tales dulzuras, que al final toda la vida acaba siendo determinada por éstas o aquéllos. Un genio (odio esta palabra) está determinado por los miedos o por las dulzuras (ambos extremos) que ha experimentado de pequeño. Lo de “hacerse” genio consiste en un ejercicio (tenaz, oculto, inconsciente, obsesivo e irrefrenable) dirigido a recrear las dulzuras infantiles o a levantar barreras contra los miedos infantiles.]

*Maria Callas, Pier Paolo Pasolini. Skorpios, Grecia, 1969.
*Quasi un testamento. P. P. Pasolini. Gente, 17 de noviembre, 1975.

24.6.14

Su historia nos interesa, podría ser la nuestra




















[                                               (On my birthday)

At low tide like this how sheer the water is.
White, crumbling ribs of marl protrude and glare
and the boats are dry, the pilings dry as matches.
Absorbing, rather than being absorbed,
the water in the bight doesn't wet anything,
the color of the gas flame turned as low as possible.
One can smell it turning to gas; if one were Baudelaire
one could probably hear it turning to marimba music.
The little ocher dredge at work off the end of the dock
already plays the dry perfectly off-beat claves.
The birds are outsize. Pelicans crash
into this peculiar gas unnecessarily hard,
it seems to me, like pickaxes,
rarely coming up with anything to show for it,
and going off with humorous elbowings.
Black-and-white man-of-war birds soar
on impalpable drafts
and open their tails like scissors on the curves
or tense them like wishbones, till they tremble.
The frowsy sponge boats keep coming in
with the obliging air of retrievers,
bristling with jackstraw gaffs and hooks
and decorated with bobbles of sponges.
There is a fence of chicken wire along the dock
where, glinting like little plowshares,
the blue-gray shark tails are hung up to dry
for the Chinese-restaurant trade.
Some of the little white boats are still piled up
against each other, or lie on their sides, stove in,
and not yet salvaged, if they ever will be, from the last bad storm,
like torn-open, unanswered letters.
The bight is littered with old correspondences.
Click. Click. Goes the dredge,
and brings up a dripping jawful of marl.
All the untidy activity continues,
awful but cheerful.]



[                                                                 (En mi cumpleaños)

Qué llana es el agua cuando la marea está baja, como
    ahora.
Blancos arcos de marga, desmoronándose, despuntan y brillan
y los botes están secos, los pilotes secos como la yesca.
Absorbente más que absorbida,
del color de una llama de gas lo más baja posible,
el agua en la ensenada no moja nada.
Podemos olerla mientras reconvierte en gas; si uno fuera
    Baudelaire
probablemente podría oírla convertirse en música de
    marimba.
La pequeña draga color ocre que está operando al final del
    muelle
ya toca las pesadas, perfectamente apagadas notas.
Los pájaros son de tamaño extraordinario. Los pelícanos se
    estrellan
contra este peculiar gas con una violencia innecesaria,
creo yo, como picotas,
reapareciendo en raras ocasiones con cosa alguna que la
    justifique,
y se van con cómicas sacudidas.
Rabihorcados blanquinegros se encumbran
sobre impalpables corrientes de aire
y en las curvas abren sus colas, cual tijeras,
o las tensan como espoletas, hasta que tiemblan.
Los desaliñados botes esponjemos continúan atracando
con el ademán servicial de los perros perdigueros,
erizándose con garfios y ganchos como de espantapájaros
y decorados con racimos de esponjas.
Hay una verja de tela metálica a lo largo del muelle
donde, relucientes cual pequeñas rejas de arado,
las colas de tiburón gris-azulado se cuelgan a secar
para los restaurantes chinos.
Algunos de los pequeños botes blancos todavía están
    amontonados
unos contra otros, o yacen tirados sobre sus costados,
    desfondados,
aún sin rescatar, si es que algún día lo harán, de la última
    desastrosa tormenta,
como cartas cuyos sobres rasgamos y quedan sin contestar.
La ensenada está cargada de viejas correspondencias.
Clic. Clic. Suena la draga
y saca un chorreante bocado de marga.
El desorden continúa,
terrible pero alegre.] 




*Breaking Bad. Temporada 2, Episodio 13. Vince Gilligan, 2009.
*Elizabeth Bishop.
*The Bight [trad. Orlando José Hernández]. Elizabeth Bishop, 1955.
*The Bight. Elizabeth Bishop, Nueva York, 1977.