[El miércoles 18, Eduardo Bolsonaro, que preside la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, dijo en Twitter que la culpa por el coronavirus era del gobierno “comunista” chino, lo comparó con Chernobyl y provocó una durísima respuesta de la Embajada de ese país, que aseguró que habría “consecuencias” si no se disculpaba. China es el principal comprador de productos brasileños. Bolsonaro mandó al ministro de Relaciones Exteriores a defender a su hijo y atacar al embajador, provocando una crisis diplomática inédita. El expresidente Lula envió una carta al presidente chino, Xi Jinping, pidiendo disculpas en nombre del pueblo brasileño.
(...)
En una entrevista por televisión, dijo que va a morir alguna gente, bromeó con que la vida un día se termina y agregó que no se puede “parar la economía” por eso. Criticó el cierre de oficinas, empresas, shoppings y comercios y apoyó a los pastores que se niegan a suspender los cultos en las iglesias evangélicas (...) Sin dar un paso atrás, Bolsonaro emitió un nuevo decreto declarando a
las iglesias y administraciones de lotería como “servicios esenciales”,
lo cual impide a los estados y municipios cerrar sus puertas.
(...)
Cabe recordar que, si el corrupto juez Moro no hubiese hecho trampa,
inventando una causa contra Lula y haciendo del expresidente un preso
político, lo que le impidió ser candidato, este sería presidente y esta
locura se hubiese evitado. Moro recibió un ministerio como premio y
ahora no abre la boca.]
*O dia em que a terra parou. Raul Seixas, 1977.
*En plena pandemia, Brasil está en manos de un psicópata. Bruno Bimbi. 27.03.20. [completo aquí]
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