«¿Y qué me decís de aquel otro? Habían de elegir los atenienses entre dos arquitectos para dirigir una gran obra: el primero, el más artificioso, presentóse con un discurso premeditado sobre el objeto de su trabajo atrayendo así la opinión del pueblo a su favor. Mas el otro dijo tres palabras: Señores atenienses, lo que éste ha dicho yo lo haré.»
*Notre Dame du Haut. Le Corbusier, 1954.
**De la educación de los hijos. Michel de Montaigne, 1580.
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