20.8.09

No hablaremos de él







«Generous tears filled Gabriel's eyes. He had never felt like that himself towards any woman, but he knew that such a feeling must be love. The tears gathered more thickly in his eyes and in the partial darkness he imagined he saw the form of a young man standing under a dripping tree. Other forms were near. His soul had approached that region where dwell the vast hosts of the dead. He was conscious of, but could not apprehend, their wayward and flickering existence. His own identity was fading out into a grey impalpable world: the solid world itself, which these dead had one time reared and lived in, was dissolving and dwindling.»

«Lágrimas generosas llenaron los ojos de Gabriel. Nunca había sentido aquello por ninguna mujer, pero supo que ese sentimiento tenía que ser amor. Las lágrimas crecieron en la incompleta oscuridad del cuarto e imaginó que veía la silueta de un hombre joven, de pie bajo un árbol goteante. Había otras formas cercanas. Su alma se había acercado a esa región donde moran las vastas huestes de los muertos. Era consciente de ellas, pero incapaz de aprehender sus aviesas y escurridizas presencias. Su propia identidad desaparecía en un mundo impalpable y gris: el sólido mundo en que estos muertos se criaron y vivieron se disolvía, se consumía.»

*The dead. John Huston, 1987.
*The dead [Dubliners]. James Joyce, 1914.

No hay comentarios:

Publicar un comentario