«Ya el Pentágono debe tener listo el plan para destruirnos. Nos aplastarán sólo por el número de sus armas y de sus hombres. Y si los rusos lanzan los cohetes a lo mejor la tierra se raja en dos. Todo por la isla de Cuba. Nunca hemos sido más importantes ni más miserables. Luchar contra Estados Unidos tiene grandeza, pero no quiero ese destino. Prefiero seguir siendo un subdesarrollado. No me interesa, no me atrae un destino que para vivir tiene que enfrentarse a cada minuto con la muerte. Los revolucionarios son los místicos del siglo XX: están dispuestos a morir por la implacable justicia social. Soy un mediocre, un hombre moderno, un eslabón, una cucaracha insignificante.
Cualquier ruido me parece ya el fin del mundo.»
*Memorias del subdesarrollo. Edmundo Desnoes, 1962.
*Memorias del subdesarrollo. Tomás Gutiérrez Alea, 1968.
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