31.8.09
29.8.09
28.8.09
27.8.09
Reconozco a Valerie Eliot
«La gente empieza a llegar para la ceremonia y se queda fuera en pequeños grupos. Reconozco a Valerie Eliot, y tras cierta incomodidad inicial, empezamos a hablar. Me cuenta esta anécdota: el día en que su marido murió, la BBC le rindió un tributo a través de las ondas con un texto leído por Auden. “Se trataba, sin duda, de la persona más adecuada —dice ella—, pero me sorprendió un poco su rapidez.” Poco después —sigue contando— llega Auden a Londres, la va a visitar y le explica que, cuando la BBC supo que Eliot se hallaba seriamente enfermo, le llamaron por teléfono y le pidieron que grabara una nota necrológica. Wystan contestó que se negaba a hablar de T. S. Eliot en tiempo pasado mientras estuviera vivo. En tal caso, dijeron los de la BBC, tendremos que acudir a otra persona. “Así pues, tuve que hacer de tripas corazón y aceptarlo —le dijo Auden—. Y no estaré en paz conmigo mismo hasta que usted me absuelva.”»
*Joseph y Maria Brodsky. Mikhail Baryshnikov, 1992.
*En memoria de Stephen Spender. Joseph Brodsky, 1995.
26.8.09
25.8.09
24.8.09
23.8.09
Penes
«—¿A qué crees que estás jugando, exhibiéndote de esta manera?
—¿Y por qué no voy a poder exhibirme?
—Debemos pensarlo con calma. Si hay algo que pone nervioso a todo el mundo es una cosa enorme, gorda y feliz como tú.
—Ya estoy harto de tus tonterías —dijo el pene.
—Sin mí no eres nada —le dijo Doug.
—¡Ja! Es totalmente al contrario. He comprendido la verdad.
—¿Qué verdad?
—Eres un pene con un hombre enganchado. Quiero largarme.
—¿Adónde?
—Voy a trabajar solo. He estado explotado durante años. Quiero tener mi propia carrera. Voy a protagonizar películas más serias.
—¡Películas más serias! —exclamó Doug—. Mañana empezamos a rodar la continuación de mujercitas; se llama Tiarronas.
—Quiero interpretar a Hamlet —dijo el pene—. Nadie ha entendido bien la relación con Ofelia. Podrías ser mi ayudante. Podrías llevarme el guión y mantener alejadas a las fans.»
—¿Y por qué no voy a poder exhibirme?
—Debemos pensarlo con calma. Si hay algo que pone nervioso a todo el mundo es una cosa enorme, gorda y feliz como tú.
—Ya estoy harto de tus tonterías —dijo el pene.
—Sin mí no eres nada —le dijo Doug.
—¡Ja! Es totalmente al contrario. He comprendido la verdad.
—¿Qué verdad?
—Eres un pene con un hombre enganchado. Quiero largarme.
—¿Adónde?
—Voy a trabajar solo. He estado explotado durante años. Quiero tener mi propia carrera. Voy a protagonizar películas más serias.
—¡Películas más serias! —exclamó Doug—. Mañana empezamos a rodar la continuación de mujercitas; se llama Tiarronas.
—Quiero interpretar a Hamlet —dijo el pene—. Nadie ha entendido bien la relación con Ofelia. Podrías ser mi ayudante. Podrías llevarme el guión y mantener alejadas a las fans.»
«Con todo, no cabía duda alguna de que el pene de su hermano era considerablemente más grande que el suyo, y da una rabia cuando esos dones caen tan cerca, en la propia familia, en la cama de al lado, y no en uno mismo. Andreas no podía evitar pensar de cuando en cuando cómo hubiera sido su vida con el pene de Ullrich. Sabía que no era justo separar a su hermano y su triste vida de su pene, porque eran todo uno, pero aún así… Nadie podía quitarle el derecho a pensar que a veces Dios se equivoca al repartir sus favores y si no sería mejor que Dios se dedicara a amontonar las virtudes en lugar de diseminarlas. La excelencia y no el equilibrio debería ser la meta. ¿No vale más un héroe que dos o tres o un millón de hombres vulgares?»
*Midnight all day. Hanif Kureishi, 1999.
*El hombre que inventó Manhattan. Ray Loriga, 2004.
22.8.09
21.8.09
This is the girl
«When I met David that fateful morning I was not aware that he was recording my voice. I sang with all of my heart and soul and I left very shortly after. Little did I know that the recording would haunt David to the point of writing a special part in his then pilot, “Mulholland Drive”. It was such a thrill to receive the phone call from my faithful friend and agent, Brian Loucks at CAA while I was struggling in Nashville to say that David wanted me to fly to L.A. and film my part.»
*The story behind Llorando. Rebekahdelrio.com
*Llorando. Rebekah del Río, 2002.
20.8.09
No hablaremos de él
«Generous tears filled Gabriel's eyes. He had never felt like that himself towards any woman, but he knew that such a feeling must be love. The tears gathered more thickly in his eyes and in the partial darkness he imagined he saw the form of a young man standing under a dripping tree. Other forms were near. His soul had approached that region where dwell the vast hosts of the dead. He was conscious of, but could not apprehend, their wayward and flickering existence. His own identity was fading out into a grey impalpable world: the solid world itself, which these dead had one time reared and lived in, was dissolving and dwindling.»
«Lágrimas generosas llenaron los ojos de Gabriel. Nunca había sentido aquello por ninguna mujer, pero supo que ese sentimiento tenía que ser amor. Las lágrimas crecieron en la incompleta oscuridad del cuarto e imaginó que veía la silueta de un hombre joven, de pie bajo un árbol goteante. Había otras formas cercanas. Su alma se había acercado a esa región donde moran las vastas huestes de los muertos. Era consciente de ellas, pero incapaz de aprehender sus aviesas y escurridizas presencias. Su propia identidad desaparecía en un mundo impalpable y gris: el sólido mundo en que estos muertos se criaron y vivieron se disolvía, se consumía.»
«Lágrimas generosas llenaron los ojos de Gabriel. Nunca había sentido aquello por ninguna mujer, pero supo que ese sentimiento tenía que ser amor. Las lágrimas crecieron en la incompleta oscuridad del cuarto e imaginó que veía la silueta de un hombre joven, de pie bajo un árbol goteante. Había otras formas cercanas. Su alma se había acercado a esa región donde moran las vastas huestes de los muertos. Era consciente de ellas, pero incapaz de aprehender sus aviesas y escurridizas presencias. Su propia identidad desaparecía en un mundo impalpable y gris: el sólido mundo en que estos muertos se criaron y vivieron se disolvía, se consumía.»
*The dead. John Huston, 1987.
19.8.09
18.8.09
Oración
«Modlil jsem se, noci deštivá, nenechávej mne zde stát, ó noci deštivá, nenechávej mne zde napospas banálním krásám, nech mne aspoň klečet v blátě a dívat se na zamčený dům. Ráno jsem se potom zeptal: "Poldinko, máte mě ještě ráda?" Odpověděla: "Máte mě ještě rád?" Podruhé, až se probudím, zeptám se: "Papeži, spíš?" Jednou se třeba zrcátko, které nastavím k jejím ústům, jednou se neomží.»
«Recé: oh, noche lluviosa, no me abandones aquí de pie; oh, noche lluviosa, no me abandones al azar de las bellezas banales, permíteme al menos que me arrodille en el barro y mire la casa cerrada. Luego, por la mañana, pregunté: “Poldinka, ¿me quieres aún?” La próxima vez, cuando despierte, preguntaré:“¿Duermes, Sumo Pontífice?” Un día, acaso, me acercaré el espejo a la boca y por una vez no se empañará.»
«Recé: oh, noche lluviosa, no me abandones aquí de pie; oh, noche lluviosa, no me abandones al azar de las bellezas banales, permíteme al menos que me arrodille en el barro y mire la casa cerrada. Luego, por la mañana, pregunté: “Poldinka, ¿me quieres aún?” La próxima vez, cuando despierte, preguntaré:“¿Duermes, Sumo Pontífice?” Un día, acaso, me acercaré el espejo a la boca y por una vez no se empañará.»
*Hrabalova zeď. Libeň, Praga.
*Kafkárna [Kafkiana]. Bohumil Hrabal, 1965.
17.8.09
16.8.09
15.8.09
14.8.09
Estancia mínima
«To tell the truth, this gleaming gold (a really hellish luster for this inappropiate spot) so scared me at first that I had to lower my eyes at the sight of F.’s teeth and the grayish yellow porcelain. After a time, whenever I could, I glazed at it on purpose so as not to forget it, to torment myself, and finally to convince myself that all this is really true. In a thoughtless moment I even asked F. if it didn’t embarrass her. Of course, it didn’t —fortunately. But now I have become almost entirely reconciled, and not merely from habit (in fact I hadn’t the time to acquire a visual habit). I now no longer wish these gold teeth gone, but that is not quite the right expression, for I actually never did wish them gone. It’s rather that they now strike as almost becoming, most suitable, and —this is not unimportant— a very definite, genial, ever-present, visually undeniable human blemish which brings me perhaps closer to F. than could a healthy set of teeth, also horrible in its way.»
«A decir verdad, en los primeros tiempos tenía que bajar la vista ante los dientes de F. , ¡tanto me horrorizaba el fulgor de aquel oro! (fulgor realmente infernal en ese lugar tan poco apropiado)...Más tarde los miraba siempre que podía, deliberadamente… para torturarme y convencerme, por último, de todo aquello que era realmente verdad. En un momento de inflexión llegue incluso a preguntar a F. si no se avergonzaba. Naturalmente, y por fortuna, no sentía la menor vergüenza. Pero ahora… me he reconciliado ya casi del todo, y no desearía ver esos dientes de oro fuera de su boca… cosa que en realidad jamás llegué a desear. Sólo que hoy día esos dientes me parecen casi adecuados, particularmente precisos… un defecto humano evidente, amable, siempre visible, innegable para los ojos, que quizá me aproxima más a F. que una dentadura sana y, a su manera, no menos horrorosa.»
*Felice Bauer.
*A Grete Bloch. Franz Kafka, 1914.
13.8.09
12.8.09
Les mots les plus simples
«C'est d'abord une certaine hilarité, saugrenue, irrésistible, qui s'empare de vous. Ces accès de gaieté non motivée, dont vous êtes presque honteux, se reproduisent fréquemment, et coupent des intervalles de stupeur pendant lesquels vous cherchez en vain à vous recueillir. Les mots les plus simples, les idées les plus triviales prennent une physionomie bizarre et nouvelle; vous vous étonnez même de les avoir jusqu'à présent trouvés si simples. Des ressemblances et des rapprochements incongrus, impossibles à prévoir, des jeux de mots interminables, des ébauches de comique, jaillissent continuellement de votre cerveau. Le démon vous a envahi ; il est inutile de regimber contre cette hilarité, douloureuse comme un chatouillement. De temps en temps vous riez de vous-même, de votre niaiserie et de votre folie, et vos camarades, si vous en avez, rient également de votre état et du leur ; mais, comme ils sont sans malice, vous êtes sans rancune.»
«Primero, es una es cierta hilaridad ridícula, irresistible, que se apodera de vosotros. Estos accesos de alegría inmotivada de que estáis casi avergonzados, se reproducen con frecuencia y cortan intervalos de estupor durante los que tratáis en vano de recogeros. Las palabras más simples, las ideas más triviales adquieren una fisonomía extraña y nueva; os sorprendéis incluso de haberlas encontrado hasta ese momento tan simples. Semejanzas y comparaciones incongruentes, imposibles de prever, juegos de palabras interminables, inicios de comicidad, brotan continuamente de vuestro cerebro. El demonio os ha invadido: inútil enfrentarse a esta hilaridad dolorosa como un cosquilleo. De vez en cuando os reís de vosotros mismos, de vuestra necedad y de vuestra locura, y vuestros compañeros, si los tenéis, se ríen igualmente de vuestro estado y del suyo; pero como no hay malicia, no guardáis rencor.»
«Primero, es una es cierta hilaridad ridícula, irresistible, que se apodera de vosotros. Estos accesos de alegría inmotivada de que estáis casi avergonzados, se reproducen con frecuencia y cortan intervalos de estupor durante los que tratáis en vano de recogeros. Las palabras más simples, las ideas más triviales adquieren una fisonomía extraña y nueva; os sorprendéis incluso de haberlas encontrado hasta ese momento tan simples. Semejanzas y comparaciones incongruentes, imposibles de prever, juegos de palabras interminables, inicios de comicidad, brotan continuamente de vuestro cerebro. El demonio os ha invadido: inútil enfrentarse a esta hilaridad dolorosa como un cosquilleo. De vez en cuando os reís de vosotros mismos, de vuestra necedad y de vuestra locura, y vuestros compañeros, si los tenéis, se ríen igualmente de vuestro estado y del suyo; pero como no hay malicia, no guardáis rencor.»
*Charles Baudelaire.
*Le Théâtre de Séraphin. Les Paradis artificiels. Charles Baudelaire, 1860.
11.8.09
10.8.09
A new England
I was twenty one years when I wrote this song. I’m twenty two now, but I won't be for long. People ask, when will you grow up to be a man? But all the girls I loved at school are already pushing prams. I loved you then as I love you still. Though I put you on a pedestal, they put you on the pill. I don’t feel bad about letting you go, I just feel sad about letting you know. I don’t want to change the world, I’m not looking for a new England. I’m just looking for another girl. I loved the words you wrote to me, but that was bloody yesterday. I can’t survive on what you send every time you need a friend. I saw two shooting stars last night,I wished on them but they were only satellites. Is it wrong to wish on space hardware? I wish, I wish, I wish you’d care. I don’t want to change the world, I’m not looking for a new England. I’m just looking for another girl.
9.8.09
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